viernes, 14 de marzo de 2014

LA MÚSICA DE NUESTRA MADRE Y SEÑORA DE LAS PENAS (XIII): Noche del Jueves al Viernes Santo (Margot)

La que actualmente conocemos como “Noche del Jueves al Viernes Santo” (“Margot”) dentro del género de la marcha procesional es realmente la adaptación realizada sobre una parte del segundo acto de la comedia lírica del mismo nombre compuesta en 1914 por Joaquín Turina y estrenada ese mismo año en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Paradójicamente, el maestro había compuesto la obra "La Procesión del Rocío" apenas dos años atrás, cuyos compases inspiraron la composición de la archiconocida marcha 'Rocío', por parte de Vidrié.

Como breve aproximación biográfica diremos que Joaquín Turina Pérez nace en Sevilla el 9 de diciembre de 1882, estudia el bachillerato y música en Sevilla con Evaristo García Torres y en su misma ciudad natal ofrece los primeros conciertos como pianista estrenando sus primeras composiciones, antes de trasladarse a Madrid en 1902 para perfeccionar sus estudios de piano con José Tragó. En este periodo realiza su primera obra orquestal, Coplas al Señor de la Pasión, escrita para la Hermandad de Pasión y estrenada en la Iglesia del Salvador con una orquestita de veinte músicos, coro de hombres, tenor y barítono, dirigidos por el autor.

En 1905 Turina se instala en París y se inscribe en las clases de composición de Vincent D’Indy en la Schola Cantorum, y estudia piano con Moritz Moszkowski. En 1907 se presenta al público parisino en la Sala Aeolian, junto al Cuarteto Parent, y estrena su Quinteto en sol menor que desde ese momento clasifica como opus 1. Isaac Albéniz, presente en el concierto, facilita la edición del quinteto y recomienda a Turina que componga música de inspiración española. En 1913 culmina su periodo de formación en la Schola Cantorum y estrena con enorme éxito en el Teatro Real de Madrid La procesión del Rocío por la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de Enrique Fernández Arbós.

El estallido de la Primera Guerra Mundial fuerza la salida de París y el retorno definitivo de Turina a Madrid.

En 1914 estrena la comedia lírica Margot, op.11, que venimos analizando, con libreto del matrimonio formado por Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga, que serían sus colaboradores habituales para las obras teatrales: Navidad (1916) y La adúltera penitente (1917), Jardín de Oriente (1923).

Tuvo una intensa actividad como concertista de piano, director de orquesta, maestro concertador en el Teatro Real en las mismas fechas que, como compositor, estrenaba las Danzas fantásticas (1919), la Sinfonía sevillana (1920), Sanlúcar de Barrameda (1921), La oración del torero (1925) y el Trío n.1 (1926).

En 1931 gana la Cátedra de Composición en el Conservatorio de Madrid y lo compagina con conferencias y clases magistrales, dentro y fuera de España. Había publicado, en 1917, la Enciclopedia abreviada de la música y, al final de su vida estaba preparando un Tratado de composición musical del que solo completó los dos primero volúmenes. Después de la Guerra Civil española se le nombra Comisario General de la Música, puesto desde el que impulsa la definitiva organización de la Orquesta Nacional de España. La última obra de su catálogo es la pieza pianística titulada Desde mi terraza que lleva el número de opus 104 y está fechada en 1947. Turina fallece en Madrid el 14 de enero de 1949.

Hablar de Turina, es hablar de uno de los máximos exponentes de lo que se conoce como nacionalismo español en el aspecto musical esto es, el movimiento que se refiere al uso de materiales que son reconocibles como nacionales o regionales, por ejemplo, el uso directo de la música folclórica, y el uso de melodías, ritmos y armonías inspirados por la misma. El nacionalismo también incluye el uso del folclore como base conceptual, estética e ideológica de obras programáticas u óperas En España ese movimiento, consecuencia del Romanticismo, fue tardío con respecto a otros países europeos. Fue a estudiar a París, al igual que Albéniz o Manuel de Falla. Fue el propio Albéniz fue quien, una vez allí, le animó a incluir los rasgos de lo andaluz en sus composiciones. En efecto, el estilo de Turina denotó la influencia de Franck a la descripción de ambientes nacionalistas (en este caso, especialmente sevillanos) alcanzando mayor popularidad en vida que el propio Falla. Turina representa la línea más tradicional de su generación, con apego a un Romanticismo ya en vías de extinción y a la forma cíclica como recurso para dotar de unidad a las composiciones

En efecto, es en el año 2004, cuando la Sociedad Filarmónica Ntra. Sra. de la Oliva de Salteras, edita un cd bajo el título "Mektub", cuyo significado es estaba escrito, en el que recoge esta obra, magistralmente instrumentada por su director José Manuel Bernal Montero y en cuyo libreto incluso aparece un análisis del drama lírico "Margot".

Además de está instrumentación, Antonio Domínguez, saxofonista de la Banda de Música del Maestro Tejera, realiza otra distinta para esta formación musical en la que encontramos diferencias notables. Hablando en un lenguaje coloquial podríamos decir que la versión realizada por Antonio Dominguez es más "cofradiera" y está concebida con la idea de ser interpretada en la calle.

En la página web de La Oliva de Salteras podemos encontrar algunos fragmentos del libreto correspondiente en donde se desgrana la obra.

En efecto, “Margot” es  un  drama  lírico  en tres actos  –posteriormente fue reducido a dos- con  libreto de Gregorio Martínez  Sierra  y  música de Joaquín Turina. El ibreto  y la música fueron compuestos a un tiempo. Dándose la  circunstancia de que el  maestro  Turina había  estado estudiando en la Scola Cantorum de París –lugar  en  que  se  desarrolla  el primer acto- con el compositor Vincent D’indy.

En  su  estreno, en 1914, recibió muy buenas críticas en el ámbito musical y regulares al libreto.

El  argumento  se  basa  en  un  triángulo  amoroso  entre  José  Manuel (joven sevillano de buena familia), Margot  (cabaretera  francesa)  y  Amparo  (joven  sevillana  de  familia  bien  y  novia de toda la vida de José Manuel).  

grosso modo, la historia comienza cuando José Manuel viaja a París con unos amigos, allí visita un cabaret de moda y se enamora de una  de  las chicas de alterne –Margot-. Cuando José Manuel regresa a Sevilla, visita a su novia (Amparo) y le jura amor, ella, a su vez, también le da palabra de amor aunque el padre de José Manuel se halla arruinado.

Entre  tanto  Margot se da cuenta de que se ha enamorado de José Manuel y aprovecha un viaje a Sevilla de unos amigos, con motivo de la Semana Santa, para ir a encontrarse con él.

En el  2º cuadro del 2º acto, -y esta sería la escena que se ha presentado completamente instrumentada para plantilla completa a raíz de las partituras para piano-, Amparo y José Manuel se encuentran esperando el paso de una Procesión –es la  tarde  noche  del  Jueves  Santo-, en  esto  llega  Margot acompañada de sus amigos y manda a un niño a buscar  a José Manuel. Éste se sorprende al ver a la persona que lo ha mandado llamar. Dialogan y, mientras tanto, Amparo  comienza  a  cantar una saeta. Entonces José Manuel huye y Margot queda desesperada. Con el paso de la Virgen concluye el 2º acto.

El 3º acto  se  desarrolla  en  la  feria de Sevilla. Margot y Amparo se encuentran momentáneamente. José Manuel  ha  estado,  desde Semana Santa, visitando a Amparo y a Margot a un tiempo. En un momento dado Amparo  se  entera  y  discute  con  él. José  Manuel  es  consciente, en  ese  momento, de que ama a las dos mujeres  y no sabe cómo solucionar el entuerto. En esto, Margot y sus amigos se encuentran a José Manuel y, conociendo  sus  tejemanejes  amorosos,  se  ríen  de  él. La  obra concluye con un canto triste de despedida, realizado por Margot.

Los autores, en este punto, dejan abierta la posibilidad de que José Manuel vuelva con Amparo, aunque no queda de forma explícita que lo haga.

"Margot”  es  la opus 11  de Joaquín Turina y su conclusión fue fechada en Agosto de 1914, en Sanlúcar de Barrameda.

 El  estreno  se  realizó  el sábado 10 de octubre de 1914, a las 20:45 horas, en el teatro de “La Zarzuela” de Madrid. En  Sevilla  sólo  se representó en cuatro ocasiones, consecutivas, en el teatro “Cervantes” el mes de mayo  de  1915  y ya reducida a dos actos por sus autores. La última puesta en escena, que se conoce, fue en julio de 1916 en Montevideo.

Por qué la llamo drama lírico y no comedia lírica, se entenderá mejor  si  nos remitimos a una carta escrita por Turina al crítico musical Víctor Espinós, fechada el 9 de octubre de  1914  y  publicada  en  el “Universo”, el 10 de octubre de 1914.
La adaptación a la marcha procesional

En efecto, la costumbre de adaptar partituras de los grandes maestros no ha sido ni mucho menos infrecuente a lo largo de la historia de la música procesional, sobre todo a mediados del siglo XIX, cuando se forman las primeras  bandas de música en España, y los directores de estas bandas tenían que recurrir al corto archivo de marchas fúnebres  y a la adaptación de partituras, en su mayoría, creadas para la escena  por  los  grandes maestros del siglo  –R. Wagner, Rossini, Verdi….

Por tanto, Margot no es sino un ejemplo más de dicha tradición que ha deparado igualmente bellísimos compases para nuestra Semana Santa a lo largo de la historia y que,  aun   sin  ser  una  marcha  fúnebre  propiamente  dicha,  se  adapta perfectamente  a  las características, tanto rítmicas como armónicas, de la música procesional.

Jesús M. Montaño analiza los pormenores de la adaptación de la obra a marcha de procesión, y en particular, con la versión hecha por Antonio Domínguez que es la más extendida y la que se ha venido interpretando tras los pasos de María Santísima de las Penas. En primer lugar expone que la marcha oscila entre dos temas principales, uno en modo menor y otro en modo mayor. El tema en modo menor en la obra original es el que acompaña el reencuentro entre José Manuel y Margot; es un tema que va jugando con líneas melódicas descendentes. Apasionado, melancólico, es como una tristeza que se va sucediendo sin poderla frenar. Aparece siempre en las maderas, con distintas intervenciones de los metales, que a veces colorean algún motivo y otras le confieren un acompañamiento rítmico que intensifica el dramatismo. El otro tema está en modo mayor, aunque la melodía tiene guiños al modo frigio, una muestra del apego por lo andaluz. Este tema es una saeta, la saeta cantada por Amparo que hace dudar a José Manuel. Aparece primero de forma suave en los saxos y oboes, con armonías sensuales, y hacia el final de la marcha es presentada por los metales de forma contundente. Es el final apoteósico que refleja la lucha interior del personaje. Hemos llevado a como una descomposición para conocer un poco más a fondo la marcha.

0:00  Los primeros minutos de la marcha no son aún la marcha en sí. Las anotaciones del autor son: "Se oye una saeta lejana en una gradación dinámica ascendente que nos llevará, al “Diálogo de Margot y José Manuel”. Y así hasta que la procesión se pone en marcha.

1:40  La procesión se pone en marcha y notamos que entran los tambores por fin, es decir, la marcha ya es oficialmente una marcha procesional. Aquí la anotación del autor es: "Comienzan a desfilar los nazarenos de la cofradía", e incluye un primer tema "solemne, digno y profundo".

2:31  Comienza un segundo tema que tiene un carácter más sutil y fluido, netamente andaluz. Este tema comienza en pianísimo y va ascendiendo en sonoridad y amplitud.

3:00  ¡Aparece el paso de la Virgen!

3:25  Con gran maestría, la obra nos hace saber que la procesión se ha detenido. Segundos más tarde se oye la voz de Amparo que canta una saeta.

4:10  Con este fuerte, José Manuel intenta huir pero Margot se lo impide. José Manuel se ve obligado a dialogar con Margot siendo este diálogo una de las partes más bonitas de la marcha, donde la flauta alcanza una elegancia y finura insospechada. El diálogo se apaga progresivamente hasta llegar al pianísimo.

5:00  Bruscamente, José Manuel huye al fin y Margot llora desconsolada mientras la cofradía sigue su curso y la Virgen atraviesa triunfal la escena.

5:53  Como clímax, las trompetas interpretan, “tutta forzza”, el tema de la saeta, que da unidad y razón de ser a esta partitura. El final está por supuesto, a la altura que la obra merece.

7:10  Esta especie de "in crescendo" es un final de lo más solemne, sin excesivas florituras, simplemente contundente, bonito y a la altura de la marcha.

Como podemos apreciar, esta preciosa pieza no responde a la forma marcha tradicional y a los que somos legos en la materia nos pueden producir extrañeza ciertas armonías. Sin embargo, su insuperable belleza, y la interacción de dos temas tan contrastantes, los que en conjunto llegan a generar un riquísimo universo sonoro plagado de matices, parece inducirnos sentimientos contrapuestos, de frío o de fuego, según el momento, cuando la marcha nace en una calle o plaza de la ciudad al compás del platillo y el silencio inmediatamente domina las esquinas. 

Por último, decir que la única marcha que Joaquín Turina compuso para Semana Santa fue la "Marcha Fúnebre a Nuestro Padre Jesús de la Pasión", realizada en el año 1899. Una joya del siglo XIX, de carácter sobrio y gran calidad interpretativa.

María Santísima de las Penas
Calle San Agustín. Martes Santo 2013.
Suena un fragmento de Margot interpretada por la banda de Miraflores Gibraljaire




Nuestra Señora de Montserrat
Viernes Santo en Sevilla 2012. Plaza de Molviedro.
La banda del Maestro Tejera interpreta Margot.