domingo, 5 de octubre de 2014

III CONCIERTO DEL CINCUENTENARIO DE LA VIRGEN DE LAS PENAS A CARGO DE LA UNIÓN MUSICAL ELOY GARCÍA

 
Una hora de goce que a muchos supo a poco. Así transcurrió el tercer Concierto organizado dentro del programa de actos del Cincuentenario de la hechura y bendición de María Santísima de las Penas y que corrió a cargo de la Unión Musical Maestro Eloy García que amablemente nos acompañó en la tarde de ayer.
 
La idea de los organizadores era plasmar en siete marchas recuerdos y estampas junto a la Virgen, evocando también la evolución misma del acompañamiento musical a lo largo de las últimas décadas. De esta retrospectiva histórica salió un recital heterogéneo, un híbrido de estilos y autores, aunque en cualquier caso un repaso fiel a la historia de un acompañamiento que se remonta a la década de los años 70 del pasado siglo, cuando la Dolorosa de Eslava llevaba una banda de plantilla completa, algo inédito en la ciudad.
 
Así las cosas, el concierto comenzó con el clásico "Amarguras" de Manuel Font de Anta, una marcha que ha formado parte del clásico imaginario musical habitual de nuestra Virgen. A ella, le siguió "Mektub" de Mariano Sanmiguel, otro clásico. Ambas marchas, junto con otras piezas, fueron grabadas en 1985 por la banda municipal de Vélez Málaga en un trabajo discográfico conmemorativo por el Cincuentenario Fundacional de la Hermandad y que reflejaban el repertorio habitual de la Virgen en aquellos años.
 
"Malagueña Virgen de la Paloma" y "Rocío" nos llenaron de alegría, nostalgia y recuerdos. Algunos hermanos recordaban tras el concierto aquél cruce de Nosquera y Carretería en los años 90 o el reconocible solo de flauta de la marcha de Vidrié en San Agustín.
 
"Madre Hiniesta" fue síntoma de cambio y nuevos tiempos cuando la música de Marvizón comenzaba a despuntar en los albores del siglo XXI y "El Refugio de María" que ha significado la recuperación de las olvidadas piezas de esos grandes maestros, ya en 2008, cuando nos mudábamos al nuevo Oratorio.
 
Como no podía ser de otro modo, y tras la intervención emocionada de nuestro Hermano Mayor, el concierto finalizó triunfalmente con una marcha dedicada a la Virgen, un prodigio de autoría contemporánea como es "Pasa la Virgen de las Penas" de Alonso Delgado, obra que donara nuestro hermano, el restaurador Enrique Salvo.
 
Fue la primera vez que la música celestial de las marchas procesionales sonó bajo la bóveda decorada. Un lujo para los sentidos.