La
Hermana Mayor y la Junta de Gobierno de la Cofradía de las Penas, en
nombre y representación de todos sus hermanos, quieren
manifestar su total repulsa y condena a la agresión sufrida por el
Cristo del Santo Traslado en la jornada de ayer en la Parroquia de
San Pablo.
Este
lamentable hecho, además de causar un daño grave a la talla, supone
un atentado contra los sentimientos religiosos, un menosprecio
intolerable al afecto y al cariño de tantos hermanos y devotos, así
como a la fe libremente ejercida por el conjunto de cofrades de la
ciudad y en general por las personas que integramos una extensa
comunidad cristiana.
Pedimos
al Señor porque estos hechos no vuelvan a repetirse y rezamos
también por una sociedad mejor, libre, más justa, donde reine la
sensatez, la cordura y el respeto entre semejantes.
Testimoniamos
igualmente nuestra solidaridad y afecto más considerado a los hermanos de la Cofradía del Santo Traslado y Nuestra Señora de la
Soledad deseándoles una pronta reparación del daño sufrido.
La
Junta de Gobierno.